Tiempo de reacción
El tiempo de reacción es el tiempo que una persona necesita para responder a un determinado estímulo. Este tiempo ha sido ampliamente estudiado, tanto en el ámbito deportivo como en la vida cotidiana, ya que sus implicaciones prácticas influyen considerablemente en muchas actividades motoras y cotidianas. Por ejemplo, en el fútbol, un tiempo de reacción menor permite al portero responder más rápidamente a un penalti. Un buen tiempo de reacción puede permitir a un conductor frenar rápidamente si un semáforo se pone en rojo repentinamente. Los tiempos de reacción se ven influidos por muchos factores: la edad, el sexo, el estado físico, el cansancio, la distracción, el consumo de alcohol, el tipo de personalidad y el tipo de estímulo.
En el estudio de este tema es importante reconocer la diferencia entre reacción y reflejo. Los reflejos son involuntarios, se utilizan para proteger el cuerpo y son más rápidos que las reacciones. Los reflejos actúan para ayudar a restablecer la estabilidad funcional normal del cuerpo. En cambio, una reacción es el resultado de una acción compleja del cerebro, que elabora varios datos para controlar simultáneamente varios músculos con el fin de alcanzar un objetivo. El modelo del flujo de la información en los vertebrados puede representarse como se indica en la figura 1.
Las neuronas sensoriales convierten un estímulo en una señal electroquímica que atraviesa una o más neuronas del sistema nervioso central y de las motoneuronas. Generalmente las motoneuronas causan la contracción de un músculo o de una glándula para secretar una sustancia. Las reacciones que involucran sólo el receptor, la médula espinal y el efector son más rápidas que las que requieren una elaboración en el cerebro, y por eso son, precisamente, reflejos, como por ejemplo el retirar la mano de una estufa caliente. En el caso de una reacción, siempre hay una elaboración de la información por parte del cerebro.
El tiempo de reacción se puede mejorar, y de hecho en muchos deportes una parte del entrenamiento se dedica a este importante aspecto. En el atletismo, la capacidad de respuesta al estímulo auditivo del disparo puede asegurar milésimas de segundo muy valiosas para las prestaciones de 60 o 100 metros. En el boxeo, un menor tiempo de reacción puede evitar un puñetazo, y en el tenis puede determinar la capacidad de responder a un saque.
Existen diferentes modelos de entrenamiento útiles para mejorar la capacidad de reacción. Por ejemplo, para correr se recomienda dar preferencia a superficies no regulares, en vez del tapis roulant, con el fin de habituar el cuerpo a responder rápidamente a superficies diferentes.
OptoJump permite la ejecución de tests de pliometría como el Drop Jump: en este caso, es posible evaluar la capacidad de reacción del cuerpo a un estímulo físico, representado por la caída desde una altura variable.
Por su parte, Witty SEM permite la ejecución de muchísimos ejercicios útiles para mejorar el tiempo de reacción, como pueden ser los cambios de dirección después de un estímulo. La modularidad del sistema permite definir tests específicos según la actividad motora que se desee mejorar. Por ejemplo, se le puede pedir al sujeto que siga un símbolo específico (como el número 1 de color verde) entre varios símbolos, durante 20 pruebas. El sistema mostrará simultáneamente en cada semáforo un símbolo diferente; sólo situándose delante del semáforo con el número 1 de color verde, el sistema registrará el impulso y mostrará en el cronómetro (o en Witty TAB) el tiempo de ejecución. Después de 20 pruebas, el ejercicio termina y en el cronómetro aparece el tiempo total y los tiempos parciales, sumamente útiles para evaluar la prestación del atleta.