Coordinación
La coordinación es la capacidad de ejecutar ágilmente un movimiento en el espacio, combinando de manera síncrona y fluida las activaciones musculares, el movimiento de las articulaciones y las fuerzas expresadas. Está directamente vinculada a la funcionalidad del sistema nervioso central en la organización de los gestos motores y determina en gran medida la calidad misma del movimiento y, por consiguiente, la prestación.
La habilidad coordinativa no forma parte de las capacidades condicionales (fuerza, velocidad, movilidad y resistencia) que determinan la “condición” física del atleta, pero influye muchísimo en el gesto deportivo: el entrenamiento de un fundamento técnico o de una acción deportiva se orientan al logro de la perfecta unión de acciones musculares que se han potenciado con el entrenamiento de las capacidades condicionales.
Los principales elementos que intervienen en la coordinación son las capacidades perceptivas y las capacidades coordinativas, pero también las capacidades cognitivas desempeñan un papel importante, manifestándose en la anticipación, en la fantasía motora y en el nivel de desarrollo del esquema motor.
Las capacidades perceptivas pueden dividirse en capacidades propioceptivas, que acogen estímulos provenientes del interior del organismo, y capacidades exteroceptivas, que señalan las condiciones del ambiente exterior. Para el desarrollo de estas últimas, es muy importante la eficiencia de los órganos de los sentidos, como la vista, el oído, los órganos táctiles, además del olfato y el gusto.
Las capacidades coordinativas son complejas y se distinguen entre:
- regulación de los movimientos reflejos (tiempo de reacción); es decir, las acciones instintivas, involuntarias y rápidas que el cuerpo ejecuta en determinadas circunstancias.
- coordinación óculomanual; interviene cuando hay que coordinar un movimiento de la mano con la información suministrada por la vista.
- orientación espaciotemporal; permite al cuerpo organizar sus propias acciones en base al espacio y el tiempo.
- capacidades de equilibrio; es decir, aquellas que permiten al sujeto mantener o recuperar una posición estable del cuerpo (equilibrio)
- capacidades rítmicas; permiten hacer más armoniosas las acciones, especialmente aquellas denominadas cíclicas, como correr;
- lateralización. Es el proceso por el que algunas partes simétricas del cuerpo se especializan para desempeñar funciones diferentes pero complementarias (ej. un pie patea el balón, el otro estabiliza el cuerpo y asegura el equilibrio).
Reconocida la importancia que la coordinación recubre en el ámbito deportivo, OptoJump y Gyko disponen de numerosos protocolos que permiten no sólo entrenarla sino también evaluarla a través de datos objetivos. En el ámbito de la carrera y la marcha, el uso combinado de dos instrumentos permite contar con índices que describen la coordinación de la parte superior del tronco respecto de la parte inferior.
Las capacidades coordinativas también se pueden monitorizar a través de los protocolos de salto, confrontando la prestación de pruebas que prevén el uso de los brazos con la prestación de tests que no lo permiten.
De todas maneras, la coordinación motora se ve influida por las situaciones ambientales y psíquicas, por lo que en determinadas circunstancias (ruido excesivo, tensión psíquica) un atleta podría no ejecutar del todo bien acciones que normalmente estaría en condiciones de desarrollar perfectamente. Por eso es útil el entrenamiento con WITTY SEM, que permite simular condiciones de estrés a través de la combinación de tareas cognitivas y motoras (agilidad, entrenamiento cognitivo).